El acceso de los estudiantes españoles a un ordenador para realizar tareas escolares se encuentra por debajo del promedio europeo, según el Estudio Internacional sobre Competencia Digital 2023. Este informe, que encuestó a más de 130.000 alumnos de 8.º o 9.º grado (equivalente a 2.º de la ESO en España) en 34 países, refleja las disparidades en la disponibilidad de recursos tecnológicos entre diferentes naciones.
De acuerdo con el informe, que estudia "si el alumnado de 2.º de la ESO se encuentra preparado para estudiar, trabajar y vivir en un mundo digital", la competencia digital es "la capacidad para investigar, crear y comunicarse utilizando los ordenadores en diferentes contextos". Esta es la primera vez que se incluye a España en este informe.
Dinamarca lidera la lista, con el 88% de estudiantes que cuentan con acceso a un ordenador, seguida de Bélgica (79%) y Suecia (78,4%). Corea del Sur, reconocida por su innovación tecnológica, también sobresale con un 73,2%.
En promedio, el 64,4% de los estudiantes en la Unión Europea tiene acceso a un ordenador para tareas escolares. Sin embargo, España se encuentra por debajo de este nivel, con un 56,7%, situándose detrás de países como Francia (59,5%) y Alemania (59,3%). Estos datos revelan un desafío importante para el sistema educativo español, que aún debe avanzar para equiparar sus recursos tecnológicos con la media europea.
Otros países como Italia (50%) y Uruguay (47,3%) presentan cifras más bajas, mientras que Azerbaiyán ocupa el último lugar con sólo el 21,8% de estudiantes con acceso a ordenadores. Según el informe, "el acceso a un ordenador para realizar tareas escolares puede estar asociado a un mejor rendimiento".
El análisis de los datos mostrados en el gráfico "sugiere que tener acceso a un ordenador para realizar tareas escolares influye positivamente en el rendimiento en competencia digital en muchos países, aunque la magnitud de este impacto varía". Además, el informe destaca "la importancia de garantizar que los estudiantes tengan los recursos tecnológicos necesarios para desarrollar habilidades digitales" aunque también subraya "la necesidad de considerar el contexto educativo y socioeconómico de cada país para maximizar los beneficios del acceso a la tecnología".