Cada día, por supuesto, es un buen día para trabajar en la mejora de la forma en que interactúa y se comunica con su gente. Pero nunca está de más tener un motivo especial para iniciar (o reiniciar) una conversación con los empleados, el tipo de conversación que crea conexiones reales con ellos, el tipo de conversación que genera un valor real para la organización.