Los cajeros automáticos y las sucursales bancarias son los medios más habituales para retirar efectivo. No obstante, una alternativa son los servicios de cashback y cash-in-shop, que algunos establecimientos minoristas pueden ofrecer y que permitirían a sus clientes retirar pequeñas cantidades de efectivo en ellos.
El cashback consiste en añadir una cierta cantidad al precio total de una compra que pagamos con tarjeta o dispositivo móvil, para recibir la diferencia en efectivo. Por ejemplo, si el artículo que queremos comprar cuesta 20€, podemos pedir al comerciante que nos cobre 30€ en la tarjeta; a cambio, recibiremos el artículo y los 10€ de diferencia en efectivo.
El cash-in-shop supone retirar dinero en efectivo en una tienda con cargo a la tarjeta o dispositivo móvil, sin necesidad de comprar nada. Con este servicio, el comerciante hará un cargo en nuestra tarjeta o dispositivo móvil por el importe que le solicitemos y nos entregará esa cantidad en efectivo.
Son los comercios los que deciden si desean ofrecer estos servicios a sus clientes. En todo caso, el cliente debe consultar si es posible retirar la cantidad de efectivo deseada, ya que dependerá de la disponibilidad que tenga el comercio, que puede variar durante su horario comercial.
Si tienes un comercio y estás interesado en ofrecer el servicio de cash-in-shop, en nuestro curso online te explicamos qué es y cómo funciona. Este curso también te ayudará a saber cómo verificar la autenticidad y comprobar el buen estado de los billetes que entregues a tus clientes.