Incremento de la intolerancia religiosa en Europa (continuación del debate)
Alvise Pérez (NI). – Señora presidenta, mi nombre es Alvise y quiero pedir permiso para poder crear una nueva religión llamada alvinismo en la que se me permita asesinar a 5 000 cristianos al año; en la que se me permita organizar unas olimpiadas donde se burlen y se hagan mofas del cristianismo, como vimos en Francia; en donde pueda quemar veintisiete iglesias, como ha pasado en Francia el año pasado —han ardido ya en Francia más de una decena de iglesias—, y en donde se me permita, por ejemplo, tratar a los homosexuales como si fueran enfermos, tratar a las mujeres como si fueran animales con menos derechos que un perro o, por ejemplo, poder tapar con un paño negro a una niña de ocho años porque a lo mejor me excita sexualmente.
Dirían ustedes que yo estoy loco y que no habría que tener la más mínima tolerancia con personas que defendieran esto. ¿Por qué tenemos que tener tolerancia con personas que atentan contra el Tratado de Lisboa y contra los derechos fundamentales de la Unión Europea? Hay que decir sí a la libertad religiosa, sí a la libertad de credo, sí a la libertad de pensamiento, sí a la libertad de expresión, pero no a costa de los derechos fundamentales de todos los europeos.