Marcos Ros Sempere (S&D). – Señora presidenta, señor comisario, es como si una bomba atómica hubiera caído sobre Mayotte. Así describen la situación las víctimas del devastador ciclón Chido. Ciclones de esta naturaleza ocurren una vez cada cien años. Pero estamos viendo cómo lo extraordinario se convierte en norma. Debemos denunciar desde aquí el negacionismo climático. Ignorar la realidad, poner palos en las ruedas de la transición verde solo empeora estos desastres.

Las instituciones europeas hemos respondido de forma rápida ante otras catástrofes con el Reglamento RESTORE, un mecanismo de respuesta rápida, con ayudas para la reconstrucción de los lugares afectados y para la asistencia también a las víctimas: ayuda humanitaria y de emergencia. Las regiones ultraperiféricas, además, necesitan toda nuestra atención y todo nuestro cariño.

Pero no basta. No basta con recurrir a mecanismos de urgencia. Ante una situación cada vez más frecuente, tenemos que ser capaces de crear un fondo específico, sólido y suficiente para abordar las consecuencias de estas catástrofes naturales, acelerar la transición verde y prepararnos para los desastres. Hay muchas vidas en juego.