Necesidad de garantizar una actuación rápida y transparencia con respecto a las acusaciones de corrupción en el sector público para proteger la integridad democrática (debate)
Javier Moreno Sánchez, en nombre del Grupo S&D. – Señor presidente, señor comisario, señora Montserrat, vamos a dejar las cosas claras ante esta Cámara y ante la opinión pública: el único presidente del Gobierno que tuvo que dejar el cargo por corrupción y fue destituido por el Congreso de los Diputados se llama Mariano Rajoy y es miembro del Partido Popular español —por cierto, partido que ha sido condenado por corrupción por la justicia española—. Todo lo demás son bulos, mentiras y ruido. Es lo único que proponen las derechas españolas a la ciudadanía: ruido, ruido y ruido. ¿Por qué? Porque España adelanta por la izquierda.
Frente a la España ficticia que dibuja el Partido Popular, está la España real del Gobierno de Pedro Sánchez, reconocida por las organizaciones internacionales y alabada por la prensa internacional como The Economist, baluarte de la ideología liberal, que ponen a España como un modelo para los demás países, un modelo para mejorar la vida de la gente.
España tiene el mayor crecimiento económico de la Unión Europea, el récord de población activa, la inflación y el déficit controlados, el precio de la energía más barato de Europa y está a la vanguardia en las energías renovables. Además, es un modelo de gestión de la migración basado en la solidaridad y en el respeto de los derechos humanos y la integración de los migrantes. También es una referencia a las políticas de igualdad de género y de lucha contra la violencia machista, cuya ley del Gobierno Zapatero ha cumplido estos días veinte años.
Estos resultados son el fruto de las políticas llevadas a cabo por el Gobierno de Pedro Sánchez, como, por ejemplo, la reforma del mercado laboral y de las pensiones, el salario mínimo interprofesional, la plena ejecución del Fondo Europeo de Recuperación, la excepción ibérica para el mercado de la energía y la atracción para las inversiones extranjeras como las fábricas de baterías para los coches.
Como dice en su titular The Economist, España tiene mucho que enseñar. Y yo añadiría que las derechas españolas, mucho que aprender, porque España tiene un Gobierno activo, limpio y decente, que sustituyó a un Gobierno del Partido Popular sucio, repleto de corruptelas. Seguiremos adelantando por la izquierda.