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 Texto íntegro 
Procedimiento : 2010/2233(INI)
Ciclo de vida en sesión
Ciclo relativo al documento : A7-0042/2011

Textos presentados :

A7-0042/2011

Debates :

PV 23/03/2011 - 24
CRE 23/03/2011 - 24

Votaciones :

PV 24/03/2011 - 6.6
CRE 24/03/2011 - 6.6
Explicaciones de voto

Textos aprobados :

P7_TA(2011)0109

Acta literal de los debates
Miércoles 23 de marzo de 2011 - Bruselas Edición DO

24. Relaciones de la Unión Europea con el Consejo de Cooperación del Golfo (breve presentación)
Vídeo de las intervenciones
Acta
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  Presidente. El siguiente punto es la presentación del informe de Dominique Baudis, en nombre de la Comisión de Asuntos Exteriores, sobre las relaciones de la Unión Europea con el Consejo de Cooperación del Golfo (2010/2233(INI)) (A7-0042/2011).

 
  
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  Dominique Baudis, ponente. (FR) Señor Presidente, en primer lugar quiero destacar que este informe es el resultado de un trabajo muy constructivo con los grupos políticos, y deseo dar las gracias personalmente al señor Howitt y a las señoras Brepoels y Brantner, así como a la señora Jäätteenmäki, por su colaboración.

Como saben, este informe se refiere a la estrategia general en las relaciones entre la Unión Europea y el Consejo de Cooperación del Golfo.

Nuestro trabajo comenzó hace varios meses, es decir antes de los sucesos que están registrándose ahora en el mundo árabe. Desde entonces, hemos observado en todas partes —también en el Golfo— manifestaciones enérgicas, que tienen lugar para pedir un mayor respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y la democracia.

Sin embargo, justo al comienzo de nuestro trabajo, antes incluso de que comenzasen estos sucesos, el informe — y las enmiendas adoptadas en la comisión— plantearon todas las cuestiones que están detrás de este levantamiento. Condenamos todas las formas de discriminación —también las basadas en el género o la religión—, destacamos las cuestiones relativas a los derechos laborales, sociales y sindicales, a la libertad de conciencia, a la libertad de expresión y de opinión, a los derechos de las mujeres; la necesidad de reformar el sistema de justicia, la abolición de la pena de muerte y de las sentencias de mutilación, y los derechos políticos.

Mientras se desarrollan los acontecimientos en Bahréin y mientras contemplamos la represión de las manifestaciones, así como la intervención militar de los países vecinos, miembros del CCG (Consejo de Cooperación del Golfo), hemos preparados, junto con los ponentes alternativos, una serie de enmiendas orales que ofrecen apoyo a los manifestantes que luchan por la libertad. Hemos destacado la legitimidad de sus demandas y hemos condenado la reacción violenta de las autoridades de Bahréin, así como la intervención militar de países del CCG que han tomado parte en la represión; y expresamos nuestra serie preocupación acerca de la respuesta violenta ordenada por las personas en el poder. Finalmente, ofrecemos un apoyo total al proceso de transición democrática.

Obviamente, este informe también subraya las perspectivas estratégicas a largo plazo. Se refiere al potencial de colaboración en muchas áreas (geopolítica, energía, educación y ciencia, y en el ámbito de la integración regional).

Desde un punto de vista geopolítico, Irán representa claramente una amenaza genuina. Situados entre Irán e Israel, los Estados del Golfo serán inevitablemente las víctimas colaterales de un hipotético conflicto. Estos países esperan mucho de nosotros en términos de tratar de evitar que Irán desarrolle armas nucleares. Los países del CCG, que representan una cuarta parte de los Estados miembros de la Liga Árabe, desempeñan una función muy importante en el proceso de paz. Recordemos que se encuentran detrás de la iniciativa de paz árabe.

Con respecto a la energía, el CCG es el principal abastecedor de petróleo de la Unión Europea, por lo que la UE depende en un alto grado de esos países, pero sus reservas de petróleo están disminuyendo y están preparando su transición gracias al desarrollo de las energías renovables. Podemos ofrecer nuestra experiencia en esa área.

En el ámbito educativo y científico, esos países han convertido la educación en una de sus prioridades. Debido al número limitado de universidades y de profesores, estamos viendo cómo se crean allí centros de prestigiosas universidades estadounidenses. Por desgracia, la Unión Europea, aunque está comprometida al respecto, va muy a la zaga de los Estados Unidos. Por ejemplo, únicamente ocho estudiantes de países del CCG vinieron a Europa el año pasado en el marco del programa Erasmus Mundus.

Finalmente, en lo concerniente a la integración regional, el CCG progresa con lentitud. Con la sabiduría que concede la experiencia, la Unión Europea puede ofrecer su ayuda, su consejo y su saber hacer; finalmente, pedimos la firma de un acuerdo de libre comercio que se ha estado negociando durante más de veinte años.

 
  
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  Jaroslav Paška (EFD). – (SK) Señor Presidente, los Estados del Golfo Pérsico tienen un potencial económico significativo, que ofrece grandes posibilidades para una mayor cooperación con la UE. El Consejo de Cooperación del Golfo, al igual que la Unión Europea, está muy interesado en mejorar la cooperación comercial, que por tanto depende de nuestra capacidad para comunicar las prioridades de cooperación a los representantes de los Estados del Golfo.

Nuestros pareceres son cercanos en muchas cuestiones relacionadas con la gestión económica de la seguridad internacional o con la lucha contra el terrorismo, y por tanto sería una lástima limitar la cooperación potencial solamente a la esfera comercial y económica. Por supuesto, tenemos claro que nuestra cooperación actual con los Estados del Golfo tiene un considerable potencial de crecimiento, y la redacción de un plan nuevo y más ambicioso para la política comunitaria en el Consejo de Cooperación del Golfo y sus Estados miembros también puede, junto con las mejoras comerciales generadas por la cooperación económica, conducir a una colaboración más estrecha con los representantes del mundo islámico moderado, que, en estos tiempos difíciles, puede generar un interesante plus político a partir de esta actividad.

 
  
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  Csanád Szegedi (NI).(HU) Señor Presidente, personalmente yo también estoy a favor de que entre en vigor un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Consejo de Cooperación del Golfo. La región puede convertirse en un socio estratégico importante para la Unión Europea en lo relativo al comercio, y también a un abastecimiento mejorado de petróleo. Creo que resulta esencial que reforcemos las relaciones económicas. Con el fin de garantizar la competitividad de la Unión Europea, debemos encontrar mercados nuevos y socios nuevos adicionales; mientras que en las áreas donde la Unión Europea ya tiene un protagonismo sustancial, nuestra prioridad es el refuerzo oficial de las relaciones. La conclusión exitosa del proceso de negociación que está en marcha desde hace veinte años requiere un enfoque constructivo pero flexible por ambas partes, para que sea posible acercar las posiciones actuales, más bien rígidas. Si creemos seriamente que la Unión Europea debe ser capaz de competir con los Estados Unidos, con China y con la India, resulta esencial que también penetre en varias áreas económicas y en varios segmentos de mercado en los que las otras grandes potencias ya han podido hacerse con el dominio, y que nos centremos en nuestras prioridades de mercado existentes y que aumentemos su importancia.

 
  
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  Elena Băsescu (PPE).(RO) Señor Presidente, en primer lugar quiero felicitar al señor Baudis por este informe. Así pues, el Parlamento apoya la reanudación de las negociaciones entre la UE y el Consejo de Cooperación del Golfo en unos momentos críticos.

Los sucesos de Bahréin indican que debe intensificarse el diálogo político entre ambas organizaciones internacionales. De hecho, pienso que los seis Estados árabes pueden iniciar un cambio pacífico en sus sociedades mejorando la situación de los derechos humanos.

Por otra parte, el abastecimiento de petróleo de la UE se ha visto afectado por los sucesos en la región del Mediterráneo. En esta situación, la cooperación entre la Unión y el Consejo es fundamental para garantizar los requisitos energéticos y para evitar una subida en el precio del petróleo en el mercado global.

También pienso que ha llegado la hora de culminar veinte años de negociaciones mediante la firma del Acuerdo de Libre Comercio, que será muy beneficioso para ambas partes.

 
  
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  Karel De Gucht, Miembro de la Comisión. Señor Presidente, estamos aquí esta tarde para debatir los informes del Parlamento sobre el Consejo de Cooperación del Golfo. Comprendo que algunos grupos políticos habrían preferido posponer el debate para reflejar mejor los momentos estratégicos que está viviendo el mundo árabe.

De hecho, cuando comenzaron ustedes la redacción, nadie podría haber adivinado cómo sería el mundo a día de hoy, ni a qué tipo de retos se enfrentarían los países y los ciudadanos de toda la región árabe. De acuerdo con nuestra convicción de que cada país es diferente de los demás, la Unión Europea está respondiendo a las distintas situaciones con diferentes soluciones adaptadas. Ayer escucharon a la señora Ashton hablar sobre todo esto: se trate de Túnez, Egipto, Libia, Yemen o Bahréin, la Unión Europea tiene ante sí varias opciones y decisiones de gran importancia.

El informe que estamos debatiendo esta tarde se centra en el Consejo de Cooperación del Golfo y sus países, algunos de los cuales también registran llamamientos por parte de su ciudadanía para que se tengan más en cuenta sus aspiraciones políticas, sociales y económicas. Los gobiernos de la zona del Golfo están respondiendo de distintas maneras: con paquetes financieros sustanciales para aliviar las necesidades sociales más urgentes, con anuncios de reformas políticas, cediendo ciertos poderes legislativos a los organismos electos, o con una actitud abierta a un diálogo nacional profundo e inclusivo.

Sin embargo, también hemos visto violencia. Dentro de los límites de nuestro debate de hoy, esto resulta especialmente cierto en el caso de Bahréin. Hemos realizado un seguimiento muy detallado; la baronesa Ashton ha declarado en repetidas ocasiones su preocupación sobre los informes que hablaban de graves episodios de violencia en las calles y con los indicios de crecientes tensiones sectarias. También pidió a las fuerzas de seguridad presentes en el país que respetasen los derechos humanos y las libertades fundamentales. La baronesa ha levantado su voz muchas veces para reivindicar el diálogo como el único camino fiable. Todo esto se ha hecho utilizando una combinación de declaraciones públicas, que ustedes han visto, y mediante contactos directos con las autoridades afectadas.

La pregunta que se nos plantea es: ¿adónde nos conduce todo esto? ¿Qué debe hacer la UE? ¿Cómo debemos interpretar su informe con el telón de fondo de estos sucesos? Ayer la señora Ashton señaló que prefería la participación al aislamiento, y comparto esa idea. Su informe pide más contactos, no menos, y estoy de acuerdo con eso. En mi condición de Comisario de Comercio, aplaudo que se generen más oportunidades de intercambio entre agentes comerciales. Nos encontramos en un momento en el que los europeos debemos estar preparados para fomentar más contactos con los ciudadanos de los países del Golfo. También es el momento de que estemos preparados para responder de manera positiva a cualquier solicitud que podamos recibir para que Europa facilite un diálogo sin precedentes que conduzca a las reformas.

No debemos mantenernos al margen de la defensa de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, pero tampoco debemos dictar o imponer nuestros modelos de democracia a los demás. Europa cree firmemente que las reformas deben proceder del interior. Creo que esto también es válido para los países del Consejo de Cooperación del Golfo. No soy quién para decirle a este Parlamento cómo actuar con el informe que tiene delante. Lo que creo es que debemos pensar en términos estratégicos, y para eso los diálogos y los compromisos resultan esenciales.

La UE debe estar preparada para prestar su apoyo al diálogo y a los procesos de reforma en aquella región. Estamos preparados para ofrecer apoyo político a la reforma, y también conocimientos y capacidad técnica para abordar cuestiones más específicas. Aplaudimos este tipo de oportunidades, pero eso únicamente puede darse si y cuando los países de esta región soliciten nuestra ayuda.

Un comentario final sobre el área de libre comercio con el Golfo, de la que soy directamente responsable. Confío en que cuando se den las circunstancias adecuadas en aquella zona podamos proceder sobre la base de una determinación común de la UE para negociar objetivos de relación con respecto al Consejo de Cooperación del Golfo.

Huelga decir que la estabilidad es una condición necesaria tanto para que se produzcan los contactos políticos entre gobiernos y ciudadanos, como para que los flujos y las actividades comerciales funcionen eficazmente. Gracias por su atención y en concreto permitan que felicite al ponente, el señor Baudis.

 
  
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  Presidente. − Se cierra el debate.

La votación tendrá lugar mañana a las 11.30 horas.

Declaraciones por escrito (artículo 149 del Reglamento)

 
  
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  Bogdan Kazimierz Marcinkiewicz (PPE), por escrito.(PL) Considero que es absolutamente vital que la UE formule una política más ambiciosa con respecto al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y sus Estados miembros, en especial en unos momentos en los que la Unión Europea está saliendo de una crisis económica y ante los desastres —un terremoto acompañado de un tsunami— que han golpeado a Japón. Me complace que el informe cubra cuestiones como la energía en su sentido más amplio, la industria, la investigación científica y el desarrollo de la educación. El Servicio Europeo de Acción Exterior debe, así pues, asignar más empleados e incrementar el número de misiones diplomáticas abiertas en los países del CCG, con el fin de fomentar una cooperación más estrecha.

También considero que debemos aplaudir todas las iniciativas acometidas como parte de las negociaciones de libre comercio para garantizar un abastecimiento seguro y saludable de materias primas. La cooperación entre la UE y el CCG debe abarcar un mayor apoyo a programas de intercambio para estudiantes, científicos y profesionales. En su informe, el Parlamento Europeo destaca que la firma de un Acuerdo de Libre Comercio (ALC) entre la UE y el CCG es una prioridad para intensificar la cooperación con nuestros socios del Mediterráneo. Por tanto, la Unión Europea debe desarrollar una estrategia apropiada para apoyar el proceso de integración regional.

 
  
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  Andreas Mölzer (NI), por escrito. – (DE) Parece que los ciudadanos de los seis Estados que forman parte del Consejo de Cooperación del Golfo, que incidentalmente son lo socios comerciales más importantes de la UE en el mundo árabe, no consideran satisfactorias las reformas introducidas en los últimos años. No queda claro en qué medida los planes para inyectar grandes sumas de dinero para apoyar a las economías y para mejorar las condiciones sociales en los dos países más pobres de ese grupo de seis, pueden servir para poner fin a las manifestaciones en curso. Aunque el Consejo de Cooperación del Golfo discute la legitimidad del coronel Gadafi y apoya la idea de una zona de exclusión aérea, los manifestantes han sido tiroteados en Arabia Saudita, que también es un Estado miembro del Consejo, y en Bahréin los manifestantes también han recibido un trato violento. Incluso el envío de unidades especiales por parte del Consejo de Cooperación del Golfo para proteger las instalaciones de infraestructuras importantes en Bahréin ha resultado controvertido, porque la oposición chií está pidiendo a la comunidad internacional que proteja a los ciudadanos de la intervención militar. Da la sensación de que la introducción de una zona de exclusión aérea ha abierto la caja de Pandora. La EE no debe dejarse arrastrar a los asuntos internos de los Estados de Oriente Próximo y eso es lo que amenaza con suceder, porque el equilibrio en Bahréin podría cambiar con gran rapidez. En el caso de los acuerdos de readmisión, hemos visto lo que valen esos acuerdos después de un golpe de Estado. Por tanto, debemos esperar y comprobar cómo evoluciona la situación antes de seguir adelante.

 
  
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  Cristian Dan Preda (PPE), por escrito. (RO) Aplaudo la adopción del informe del señor Baudis, ya que ahora más que nunca la Unión Europea necesita tener una estrategia coherente en sus relaciones con el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). En primer lugar, los Estados miembros de esa organización tienen una influencia creciente en el mundo árabe-musulmán y pueden desempeñar una función importante en el diálogo intercultural. Además, considero es preciso adoptar medidas específicas para mejorar el perfil de la Unión en esa región y para fomentar el entendimiento mutuo. Entre las formas de hacerlo figura establecer una cooperación en el sector periodístico y audiovisual, para remediar la falta de información sobre Europa. Finalmente, creo que los sucesos recientes en Bahréin nos obligan basar con más firmeza las relaciones de la Unión con el CCG en el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales. Actualmente debemos asegurarnos de que la petición de los manifestantes de reformas democráticas sea escuchada como parte de un auténtico diálogo político. El modo de solucionar los últimos conflictos en Bahréin, por ejemplo, es comprometiendo a la sociedad civil y no por medio de una represión violenta.

 
  
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  Anna Záborská (PPE), por escrito. – (SK) Un acuerdo de libre comercio significa menos barreras para la cooperación y el comercio mutuos. Por tanto, apoyo dicho acuerdo, al menos en principio. Los Estados pertenecientes al Consejo de Cooperación del Golfo son sin lugar a dudas importantes socios comerciales, en especial porque poseen la materia prima esencial de nuestro tiempo: el petróleo. También aplaudo el hecho de que, además del comercio, el informe también mencione los defectos de nuestros socios comerciales en el ámbito de los derechos humanos. A pesar de esto, sin embargo, dudé durante largamente si votar a favor del informe. Algunos de los Estados representados en el Consejo de Cooperación del Golfo tienen dos caras. Una cara nos sonríe de manera amistosa y dice que son nuestros aliados en la lucha contra el terrorismo islamista. La otra, no obstante, es menos visible y dedica miles de millones de dólares anualmente a la difusión de una «educación» religiosa que llama a la violencia contra cristianos, judíos y no musulmanes. Sin embargo, finalmente, he votado a favor del informe porque yo también espero que la Comisión nos diga quién suministra el apoyo financiero a este odio, cuando inicie la vigilancia minuciosa de las manifestaciones de la violencia contra los cristianos en Estados islámicos.

 
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