Camelias confitadas.
Si el parque de O Castro, en Vigo, es como un gran roscón enclavado en el corazón del casco urbano, sus camelias no pueden ser otra cosa que camelias confitadas.
Desde la cima del que fuera castro celta, entre los vestigios de todos los pueblos que se han aposentado en este monte a lo largo de los siglos, las camelias, es decir las “camelias confitadas”, dominan cada invierno el ir y venir de los barcos por la boca de la ría.